martes, 12 de octubre de 2010
Sentido de la vida
Acaso lo tiene?
Yo siento que mi vida no tiene sentido. O será quizás que yo no se vivir la vida? Entonces yo te pregunto: ¿Qué es vivir la vida? y no me vengas con chorradas como "ver las estrellas en el firmamento" "contemplar las rosas en la primavera" o cosas así.
En mi infancia siempre estuve triste por la ausencia (voluntaria) de mi padre. En mi adolescencia estuve siempre angustiada porque sentía que no me conocía, que no sabía quien era, no era capaz de definir mi personalidad (eso entre otras muchas cosas que hicieron de mi adolescencia algo que no quisiera repetir aunque pudiera).
Hoy en día, tengo mas de 30, un hijo, un esposo, una perra, y montón de deudas. Y sigo sin saber quien soy y cual es mi papel en esta farsa que llaman vida.
Siento que no soy capaz de hacer felices a los que me rodean, al contrario parece que siempre termino haciendo daño a la gente, no tengo ningún sueño, ni ninguna ilusión. A veces me imagino estudiando algo que me guste y luego ejerciéndolo laboralmente, pero, a quien trato de engañar, si yo nunca he sido capaz de terminar lo que empiez...
Sé que soy valiente, generosa y de buen corazón, así que... que podría hacer con ello...mmmmm irme como misionera a las naciones? Supongo que eso debería habérmelo planteado antes de formar una familia.
Hay algo que sé que me gusta mucho, los niños. Me encantaría ser maestra de infantil, estar rodeada de 20 pequeñajos, tan inocentes, tan curiosos por todo lo que les rodea, hablando en su propia lengua. Que bonito sería.... alguien podría decir : Ves Ángela?, si que tienes un sueño, lucha por él. Pero para ello tengo que estudiar, y para eso se necesita disciplina y constancia y ninguna de las dos figura entre mi lista de cualidades. Cómo lograr ser constante en alguna tarea cuando ni siquiera mis emociones lo son? Cómo imponerme la disciplina de estudiar cada día cuando día a día tengo que estar luchando para permanecer equilibrada sicológica y emocionalmente, cuando todos los días voy de la risa al llanto sin ton ni son?
Cuando estaba en primaria, era muy buena en los estudios, siempre la primera de la clase, (ojala pudiera recordar como claveles hacia para conseguirlo) y me imaginaba de mayor siendo una ejecutiva importante, moderna y exitosa, y por lo visto (sin saberlo) esa misma impresión causaba entre mis compañeros, me imaginaban llegando a lo mas alto, se esperaba mucho de mi. Pero, entonces que sucedió? en que momento perdí el camino a seguir?
Y aunque lograse ser maestra de infantil, eso le dará sentido a mi vida? El solo hecho de ser madre debería ser una razón muy importante para sentir que mi vida tiene significado, y en realidad así lo es, adoro a mi peque, para mi es lo mas hermoso que hay en este mundo cochino, y me alegra el alma verle sonreír, y sentir su abrazo y escucharle sus ocurrencias, ... pero entonces de repente me dice cosas como :"tu no eres mi mamá, mi mamá es mi yaya (su abuela, mi suegra) " y entonces yo me vengo abajo, me desplomo y pienso, si esto me lo dice con 3 años que tiene, qué me dirá cuando tenga 16 y le diga que tiene que llegar a casa a las 11 de la noche? y me hundo, porque adivino lo que me espera, porque yo he sido hija, (gracias a Dios lo sigo siendo) y he visto a mi madre llorar de dolor por mi y por mi hermano.
Y sin embargo a veces me hace ilusión tener otro hijo, pero me detengo a pensar: sera acaso justo y responsable traer otra personita a un mundo al que yo considero malvado, peligroso y despreciable?
Muchas dudas y miedos anidan en mi corazón, y mi mente me traiciona y me hace malas jugadas a su antojo, parece ser que de mi propio ser, lo único que controlo son mis esfínteres.
VALENTÍA, GENEROSIDAD Y BUEN CORAZÓN, que receta se podría preparar con estos ingredientes?
A ver quien se moja y trata de responder alguna de las cuestiones que aquí planteo. Alguien?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
sin palabras !!!! tienes taaaanta razon
ResponderEliminarPienso que al final estás nombrando la clave: "...mi mente me traiciona y me hace malas jugadas a su antojo".
ResponderEliminarJustamente, una mente indisciplinada, desbocada, versátil, te pone en esa montaña rusa que mencionas.
Así que si la enemiga es la mente --y yo pienso que lo es, no sólo para ti sino para todos-, la clave es alejarse de ella poco a poco para que cada vez tenga menos tiempo y ocasión de desordenarte la vida con sus cambiazos.
¿Cómo hacerlo? Practica yoga, medita.
Meditar no es repensar las cosas, es justamente lo contrario, dejar de pensar por un rato. Es sentarse en quietud absoluta y enfocar la atención en algo que no genere un proceso racional --por ejemplo, observar tu respiración, sin opinar cosa alguna sobre ella; simplemente OBSERVARLA-.
Esta práctica de la meditación aquieta tu mente poco a poco y le va dando orden, sosiego, armonía.
Por supuesto, no ocurre de la noche a la mañana, pero para aguantar los primeros días cuentas con tu VALENTÍA, y para que tenga sentido por qué lo haces cuentas con tu BUEN CORAZÓN que te dirá que el resultado será benéfico para los que te aman: tu marido, tu hijo, tus demás familiares.
Los primeros días pueden ser un poco difíciles --te lo digo por experiencia propia- porque cuando tú intentas callar a un loco éste alza la voz y grita más rápido.
Lo mismo hace la mente --que es la loca de la casa- y te atosiga con pensamientos de una y otra índole, acostumbrada como está a que le atiendas todo el tiempo sus caprichos, pero si simplemente la ignoras, si no te pones a pelear con ella ni a seguirle sus propuestas, poco a poco terminará dejándote tranquila y quedándose callada de a pocos.
Llegará el día --no lejano, unas dos semanas, quizá- en que empieces a notar que pudiste lograr dos o tres minutos de verdadero SILENCIO INTERIOR, y esto será grandioso. Parecen poco dos o tres minutos, pero producen un efecto poderosísimo en tu vida, ya lo verás.
Y cada vez podrás estar más y más tiempo centrada en tu verdadero SER, sin atender a la mente con sus impertinencias.
¿Con cuánto tiempo empezar? Tú dirás.
Para que no te frustres, comienza con poco. Empieza por sentarte en total quietud 15 minutos; que esa sea la meta primera, poder estarte QUIETA. Quizá te sorprenda lo difícil que puede resultar y cómo no somos conscientes de nuestro cuerpo porque lo mantenemos en movimiento.
Si logras, además de estarte QUIETA, enfocar tu atención en OBSERVAR tu respiración, mejor que mejor. NO IMPORTA CUÁNTO LO LOGRES, no te exijas perfección desde el primer día; recuerda cuánto luchaste para controlar la mano cuando aprendías a escribir y cuánto tiempo te llevó... ¡NO HAY AFÁN, LA TAREA NO ES PARA MAÑANA!
A medida que avances en tus logros puedes ir incrementando el tiempo de meditación: 20, 30, etc., hasta lograr siquiera una hora --que en este momento parece mucho, ya lo sé-.
Procura hacerlo en un horario que reduzca las posibilidades de interrupción: lo mejor es antes de que todos se levanten. Y procura hacerlo siempre a la misma hora y en el mismo lugar: la mente anda tan loca porque es insegura, y brindarle estos hábitos de tiempo y lugar la tranquiliza.
Por cierto, agrega a los tres ingredientes que encontraste que redactas bastante bien, con orden, claridad y buen vocabulario: Mucho mejor que la mayoría de lo que encuentra uno navegando por las olas de esta red.
No te deseo lo que ya tienes: DIOS HABITA EN TI.
Gracias tio, yo tambien te amo.
ResponderEliminarQue cosa tan mas chevere que encontrarme con tu blog querida, estoy en una etapa de melancolia desde hace ya una semana, te leo y me veo reflejada, tengo 25 años y desde que me dijeron el nombre de mi mal tras un intento suicida ya unos 5 o 6 años, le verdad que el tiempo es tan relativo y tonto, que lo olvido, vivo con mi pareja unicamente, y bueno estoy plana, llorando todos los dias, hago yoga y trato de meditar pero supongo que hay cosas que aveces van mas alla de una, gracias por escribirte, me siento menos sola en la vida.
ResponderEliminar