Hoy ha sido un día maravilloso. Un día de nuevos comienzos, mi amiga Walldy ha vuelto a la iglesia y ha recibido un mensaje precioso de la Palabra de Dios. Le pido a mi Señor que esa Palabra se siembre en su corazón y de fruto abundante en su vida.
Además de eso, me he vuelto a encontrar con una persona muy especial para mí. Fue la primera persona que me ayudó al llegar aquí a Valladolid, cuando no conocía a nadie, cuando no tenía nada, ella me lo dio todo: comida, techo, apoyo, amistad, me escuchaba, me dio un abrazo cuando lo necesite y también alguna reprimenda ( y buena falta que me hacia). Estoy hablando de Ana, era la pastora de la primera iglesia en la que me congregué aquí en esta ciudad, con la cual había perdido contacto y que hoy después de casi 6 años he vuelto a abrazar.
¡Qué alegría más grande, que bendición de Dios!
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